Fénix

Tu poder proviene de la llama inmortal que alimenta al legendario Fénix. Tus ancestros o quizás tu mismo proporcionasteis un gran servicio al Fénix, o quizás naciste en su presencia. Sea cual sea la causa, una chispa del poder del Fénix habita en tu interior. Este poder es una bendición ambigua. Como la mítica criatura, puedes invocar las salvajes energías del Fénix y ganar la habilidad de engañar a la muerte misma. Pero este poder tiene un coste. El fuego dentro de ti bulle, demandando ser desatado. Algunas veces te encuentras a ti mismo alimentando distraídamente el fuego. No eres capaz de permitir que un fuego se consuma. Te encuentras mas cómodo cuando sostienes una antorcha o sentado enfrente de una hoguera del campamento. Todavía aun mas importante, este don no proporciona una especial protección contra el fuego. Eres tan vulnerable como cualquier otra criatura contra el fuego mágico, incluyendo el propio. Los hechiceros del Fénix pueden usar sus poderes para volver del borde de la muerte, y con demasiada frecuencia su naturaleza temeraria o dependencia de la magia destructiva es lo que los pone en esa situación en primer lugar. Tales hechiceros son errantes por necesidad. La volátil naturaleza de su magia pone nerviosa a la gente a su alrededor. Si un fuego se desata en el pueblo, un hechicero del Fénix debe poner pies el polvorosa, sea culpable o no. El fuego es una fuerza peligrosa, y los hechiceros del Fénix tienen una reputación (merecida o no) de comportamiento imprudente, confiados en que la esencia del Fenix los podrá salvar.

  Origen: Libro de Muchas Cosas

  Origen sortílego de Hechicero

Rasgos de clase

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