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Edirian

Semielfo Bardo 3
Nivel 3

Trasfondo

Cada personaje tiene una historia. Aquí se cuenta la de Edirian.

Detalles

  Alineamiento. Caótico bueno

  Apariencia. Edirian es un joven de tez bronceada por el sol, poca estatura y apariencia delicada. Hay algo en su mirada, entre ausente y perspicaz, que atrae la atención de todo el que le observa. Y es que sus ojos cambian de color según la luz, de verde a miel, pero siempre reposan inquisitivos sobre la cosa más inesperada. Podría encontrarse ante el más hermoso de los templos de Sune y fijarse en un sencillo escarabajo que se arrastrase por los adoquines, o vadear la más asquerosa de las alcantarillas mientras admira la forma de su techo. Disperso es una forma suave de describirle, y eso se traduce en el resto de su apariencia. Aunque no suele ir sucio, rara vez se peina o prepara demasiado. Su cabello rojizo tendrá un corte diferente según la época del año en que le cojas; quizás este casi rapado si ha pasado por una ciudad, o largo y suelto si lleva mucho tiempo por los caminos. De la misma forma, sus ropas suelen ser sencillas y un poco envejecidas: camisas sueltas de colores variables, pantalones de cuero ajados por sus viajes, y botas con algún que otro roto mal zurcido. Simple pero sencillo. Tiene un par de sombreros de plumas brillantes y colores vivos, y capas tonos pardos y longitudes variables, que luce o no según el clima acompañe. En definitiva, no es alguien llamativo… excepto cuando interpreta con alguno de sus instrumentos. Ya sea su viejo laúd, su querida flauta de madera de arce, o su violín recién comprado, cuando Edirian toca, todo cambia. Es entonces cuando sus ojos brillan, sus manos danzan y el mundo posa extasiado su mirada sobre él.

  Edad. 33

  Historia. La infancia a veces está llena de eventos que forjan el carácter, que cambian la vida de uno para siempre.

En el caso de Edirian, solo hubo un evento así, uno y nada más.

Sus primeros años no podrían calificarse de otra forma que no fuesen felices. Vivía junto a sus padres, ambos mercaderes, y sus cuatro hermanos en una pequeña y prospera aldea llamada Linde, en las cercanías y bajo el amparo de la ciudad de Aguasfuertes. El poblado se encontraba al mismo borde del Bosque Alto, y sus habitantes se ganaban el sustento con la tala y la agricultura.

Era una vida sencilla. Edirian pasaba su tiempo jugando, riendo y disfrutando de los pequeños placeres de la vida: comer manzanas de caramelo en el festival de la cosecha de Khauntea, saltar piedras en el río, o contemplar el atardecer. Su futuro era la simple armonía y felicidad del mundo rural.

Hasta que llegó el día. Un día normal, de lluvia intermitente y vientos suaves del sur. Un día que, por alguna razón que nadie ya recuerda, llevó a Edirian y su hermana Anira a interior del Bosque Alto. ¿Fue una apuesta con sus hermanos? ¿Una aventura por un tesoro imaginario? ¿Quizás el susurro de algún dios desconocido? Quien sabe. La única certeza es que los dos niños caminaban cogidos de la mano por el interior del denso bosque, perdidos bajo la lluvia, cuando vislumbraron algo único: una cálida luz en un claro mecida por el ronroneo de una suave melodía. Dubitativos, los dos pequeños avanzaron hacia esa luz… Y durante varios meses, nadie más supo de ellos.

Hubo batidas de todos los habitantes del pueblo, hasta que al cabo de unas dekhanas todo el mundo perdió la esperanza. Sus padres celebraron un entierro en honor a Sylvanas, Khauntea y Lathander. La familia lloro su pérdida, y al cabo de un tiempo, siguieron adelante.

Y entonces el chico volvió, ileso, y solo.

Nadie entendía muy bien lo que había pasado, y la explicación del muchacho era aún más confusa.

“Estábamos en el mundo de las hadas, y oímos una canción”, contaba. “La Primera Melodía. Era más hermosa que nada que haya oído jamás. Era la música de los dioses… Tengo que volver a oírla, aunque sea lo último que haga” insistía.

Nada más recordaba. Tampoco sabía que había pasado con Anira. Todo el mundo pensó que se había vuelto loco, y lo parecía: desde aquel día, Edirian podía permanecer durante horas escuchando el río, o observar una mariposa como si fuera algo aterrador.

Con los años, tanto su familia como el resto del pueblo llegaron a aceptar sus peculiaridades. Se dieron cuenta de que tenía un don para la magia, que sabía cosas que no debería y que tocaba casi cualquier instrumento como los elfos de las leyendas. Era un chico raro y distante, pero eso era todo.

Así fue su vida hasta el día en que se fue. El día en que se dio cuenta de que el Bosque Alto no volvería a mostrarle la Primera Melodía, y que si quería escucharla de nuevo, tendría que ser él quien la buscara. Se despidió de su familia, y armado con un estoque, sus instrumentos y un petate, se echó al camino.

Durante años viajó en pos de bibliotecas, de leyendas y castillos. Aprendió todo cuanto pudo y más de lo que había visto cuando era un niño. Estaba convencido de que lo que había visitado era uno de los planos exteriores, pero apenas recordaba nada que no fuera la propia música, como para saber de cual de los lejanos mundos se trataba. ¿Cómo volver allí? Aún no lo sabía, pero ese era su propósito último, y haría lo que fuera necesario por alcanzarlo, de una forma u otra.

  Idiomas. Común, élfico, silvano.

  Puntos de experiencia. 0

Trasfondo: Músico

Te creces frente a una audiencia. Sabes cómo deleitarlos, entretenerlos e incluso cómo inspirarlos. Tu poesía puede agitar los corazones de los que te escuchan, despertar el dolor o la alegría, la risa o la ira. Tu música eleva sus espíritus o captura su dolor. Tus pasos de danza cautivan, tu humor es hiriente. Sea cual sea la técnica que utilizas, tu arte es tu vida.

  Especialidad artística. Músico y compositor, cuentacuentos y cantante...

Rasgo: A petición popular

Siempre puedes encontrar un lugar para actuar, por lo general en una posada o taberna, pero posiblemente en un circo, un teatro o incluso en la corte de un noble. En ese lugar, recibirás alojamiento y comida modesta o confortable (dependiendo de la calidad del establecimiento) gratuitos, siempre y cuando actúes cada noche. Además, tu actuación te convierte en algo así como una figura local. Cuando unos desconocidos te reconozcan en una ciudad en la que hayas actuado, por lo general mostrarán simpatía hacia tu persona.

Características

  Rasgos de personalidad. Pierde la atención por cualquier cosa, cayendo su mirada sobre el detalle mas inesperado.

  Ideales. Búsqueda. Encontrar la Primera Melodía es su única y verdadera preocupación (Caótico)

  Vínculos. Mi compañera, con la cual estoy unido por el destino.

  Defectos. Fuera de su búsqueda y la música, puede resultar desapasionado y frío.

Competencias

  Competencia con habilidades del trasfondo. Acrobacias y Interpretación

  Competencia con equipo del trasfondo. Kit de disfraz

Medium

Rasgos

Semielfo
Semielfo

Tu personaje semielfo tiene algunas cracterísticas en común con los elfos y otras que son únicas para los semielfos. Los semielfos comparten la inclinación caótica de su herencia élfica. Valoran tanto la libertad personal como la expresión de la creatividad y no demuestran ni amor por los líderes ni deseo de tener seguidores. Les irritan las reglas, se ofenden ante las exigencias de los demás y a veces son poco fiables o, al menos, impredecibles.

Bardo
Bardo
Nivel 3

Ya sea un erudito, un poeta o un canalla, un bardo teje su magia a través de sus palabras y su música para inspirar a los aliados, desmoralizar a los enemigos, manipular mentes, crear ilusiones e incluso sanar heridas.

Equipo

Un arma sencilla, que ha sido su compañera mucho tiempo. Pocas veces se ha visto forzado a usarla, pues Edirian rehuye el conflicto, pero nunca le ha fallado. Fue un regalo de sus padres antes de que partiera en sus viajes y por ello, la guarda está grabada con las firmas de sus familiares.

  Tipo de objeto. Armas

  Categoría. Armas marciales

  Competencia: Competencia

  Objetivo: una criatura

  Alcance: -

  Tipo de daño: perforante

  Para golpear: +6

Daño Crítico
1d8 + 4 2d8 + 4

  Precio: 25 po

  Peso: 2 lb

Sutil

Una armadura discreta y sencilla que luce debajo de sus ropas, en especial cuando se va a enfrentar a algún peligro. No suele ser visible tras sus capas y camisas.

  Tipo de objeto. Armaduras

  Categoría. Armadura ligera

  Competencia: Competencia

  Tipo de protección: Armadura

  Clase de armadura: 11

  Penalización: Ninguna

  Precio: 10 po

  Peso: 10 lb

Cuchillo sencillo que usa más como herramienta que como arma.

  Tipo de objeto. Armas

  Categoría. Armas sencillas

  Competencia: Competencia

  Alcance: 20/60

  Tipo de daño: perforante

  Para golpear: +6

Daño Crítico
1d4 + 4 2d4 + 4

  Precio: 2 po

  Peso: 1 lb

Arrojadiza Distancia Ligera Sutil

Otras posesiones

Anota en esta sección las posesiones, objetos y tesoros que vayas consiguiendo para gestionarlo de forma rápida:

Laúd (al que llama Lud, por alguna razón) y flauta de madera.

Mochila Petate Cantimplora Muda de ropa de calidad Disfraz, una toga vieja de pordiosero. Tinta, pluma, un estuche para pergaminos, cinco hojas de papel

15 PO.

Bardo

Característica mágica
Carisma
Conjuros
6
conocidos
Trucos
2
conocidos
Espacios de conjuro por nivel
4
1
2
2
-
3
-
4
-
5
-
6
-
7
-
8
-
9

Listado de conjuros

Compañeros

En esta sección puedes importar o crear de cero tus propios compañeros animales, familiares, monturas, compinches, invocaciones u otras criaturas que tengan relación con tu personaje para poder tener un acceso rápido a sus características y botones de acción.

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Acciones

En esta sección puedes añadir acciones y comandos rápidos para tu personaje para tener las tiradas más importantes a un click. Estarán disponibles además desde el registro de combate y el tablero virtual.